Intento llenar esos huecos que dejaste en mi pecho con imágenes, palabras y sonidos, llenando mi cabeza para que no pueda hacerle caso a mi corazón... No duermo, apenas tengo hambre, he perdido la inspiración, lo que antes me deleitaba ya no es tan bello para mis ojos cansados y marchitos... No sé cuánto tiempo podré continuar así... Mi cabeza está a punto de estallar... Lo que venga después será imposible de afrontar si no me arreglo ahora...
Al final del día siento que soy una fracasada, porque no has estado tú ahí animándome a luchar mis sueños... Me duermo a altas horas de la madrugada, cuando no queda ni una célula capaz de continuar... Solo fluyen las lágrimas... Y unos últimos pensamientos, en los que, entre tristes canciones, evoco es rostro de mi musa, tu rostro, deseando que vengas en sueños a devolverme las ansias de vivir, de crear, de dar lo mejor de mí.
Digo algo y me miran extrañados, molestos; no me entienden. Si estuvieras aquí, no me reiría sola.
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