¿Conviene expresar en voz alta nuestros sentimientos?

Aquí va una reflexión que nos mandó escribir el profesor de Lengua y Literatura. Es algo a lo que estos días, en los que mi estado de ánimo es bastante nefasto, he estado dando muchas vueltas.

¿Conviene expresar en voz alta nuestros sentimientos?

 Como respuesta directa a esta pregunta, mi respuesta es sí. Todos los seres humanos tenemos sentimientos, y también derecho a expresarlos. En mi opinión, es NECESARIO contar cómo nos sentimos a menudo, porque si callamos lo que atormenta o alegra nuestro corazón, llegará un día en que no quepa más dentro de nosotros y explotemos. Por eso, es mejor ir expulsando lo que sentimos poco a poco, sin esperar a saturarnos y perder el control. Porque cuando estás harto/a, no importa quién esté escuchando o el efecto que puedan tener tus palabras en tus oyentes; quieres decirlo todo y lo vas a decir, la situación y las consecuencias te dan igual.

 Sí, la situación es muy importante. El momento, el lugar y las personas a la que te confíes son algo que hay que tener muy en cuenta si no queremos enfrentarnos después a las mismas consecuencias que si explotáramos sin previo aviso. Debemos buscar a la persona que ha estado tanto tiempo a nuestro lado y nunca nos ha decepcionado, cuya amistad es uno de nuestros más preciados tesoros. No podemos simplemente confiarnos al primero que nos caiga bien; la vida da muchas vueltas y acaba traicionándonos el que menos imaginábamos. Los sentimientos son el arma más dañina que pueden usar contra nosotros en el futuro.

 A quienes no gozamos de ese confidente al que le contaríamos cualquier crimen, también nos gusta desahogarnos. A veces vale con escribirlo en un papel que luego quemaremos o guardaremos bajo siete llaves. Otras con gritarlo al aire en un monte perdido o a la pared de nuestra habitación basta; quien sabe si habrá algún espíritu escuchándote.

 

 Y aun teniendo a alguien dispuesto a escucharnos, en ocasiones preferimos la soledad y los gritos (o los espíritus). El típico moscón que repite incansablemente "Cuéntame qué te pasa", "A ti te pasa algo, cuéntamelo". Es normal que quien se preocupe por ti intente afligir tu pena, pero si tras una educada negación por nuestra parte sigue insistiendo, o en el fondo es un cotilla y sus intenciones no son muy solidarias, pueden acabar haciendo más mal que bien. Tal vez sentimos que esa persona no es la adecuada para confiar nuestros miedos y preocupaciones, o tal vez queramos evitar herirle con alguna de nuestras palabras, el caso es que no queremos contárselo y como es nuestra decisión debe respetarla.

 Resumiendo, no veo ningún inconveniente en expresar nuestros sentimientos en voz alta, es más, creo que es algo beneficioso para nuestra salud mental y emocional.