Día 9: un libro que leíste sin saber nada de él.

 Voy a ser sincera: no tengo ninguno para esto. De todos los libros que leo, sé como mínimo lo que pone en la contraportada. He elegido este porque miré el resumen de la tapa cuando me lo regalaron por mi cumpleaños, y cuando me lo leí tres meses después porque mis amigas me lo recomendaban, ya se me había olvidado. Cuando cojo un libro, prefiero saber con qué me voy a encontrar, porque a lo mejor al principio me da la impresión de que voy a odiarlo por cómo esta escrito o los personajes, (como me ocurrió con Ciudad de Hueso) pero el argumento me llama la atención y por eso soy fuerte y continúo. Cuando iba por la quinta página de ¡Buenos días, princesa! quería quemarlo. Gracias a Dios, no lo hice. Porque era el único libro que me quedaba en el pueblo, y prefería leer eso que nada en la semana que me quedaba. Me dije: "bueno, aunque no me guste tanto como Divergente, no puede ser tan malo como Perdona si te llamo amor" (estos eran los dos que me había leído antes). Pues no. Es el que más me gustó de esa quincena, con diferencia (La Ciudad de las Bestias, el siguiente que leí antes de volver a mi city, simplemente me pareció soporífero). Era algo diferente a lo que acostumbro a leer, con personajes con los que no me cuesta nada identificarme en la mayoría de las ocasiones, fácil de leer y adictivo. Una genial alternativa a las frías piscinas y los revoltosos primos pequeños (solo durante dos día:$).